Problemas de ruido

Los propietarios deben ser notificados cuando exista un problema de ruido importante para que se pueda investigar el asunto. Si el propietario no investiga el problema de ruido o no toma las medidas adecuadas, el inquilino puede presentar una petición de inquilino ante la Junta de Alquiler para obtener una reducción del alquiler basada en una disminución sustancial de los servicios de vivienda . La evidencia sobre la naturaleza y el alcance del problema, la respuesta del propietario, si la hubiera, y el efecto sobre el inquilino son factores relevantes que la Junta de Alquiler considerará para determinar si el propietario respondió razonablemente a la queja por ruido.

Sin embargo, muchas quejas sobre ruidos se enmarcan en el ámbito de la vida normal en un apartamento, por lo que no se justifica una reducción del alquiler. Además, el ruido de las obras normalmente no es motivo de una reducción del alquiler cuando es causado por la realización por parte del propietario de trabajos de reparación y mantenimiento razonablemente necesarios durante el horario laboral normal y no interfiere sustancialmente con el uso del inmueble como vivienda.

Los problemas con vecinos ruidosos pueden ser difíciles de resolver y el estándar para determinar qué constituye un ruido excesivo puede ser muy subjetivo. Por ejemplo, los niveles de volumen de los equipos de música o televisores que se encuentran dentro de los límites legales de ruido pueden parecer excesivos para algunas personas. Los servicios de resolución de disputas a veces pueden ser útiles para resolver este tipo de problemas de ruido. La Junta de Alquiler tiene un programa de Resolución Alternativa de Disputas (ADR) que puede ayudar a resolver este tipo de problemas fuera del proceso de petición del inquilino.

Junio de 2019

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